La selección de un asesor o tutor tanto de contenido como metodología para un trabajo de grado es un paso fundamental para guiar la investigación y culminarla de manera exitosa. Esta figura se convierte en un acompañante clave no solo para esclarecer el tema sino para darles respuesta a todas las dudas e inquietudes que surjan durante su desarrollo. Dada su importancia es necesario tomar en consideración algunos criterios al emprender su búsqueda.
A continuación 14 aspectos que debes tomar en cuenta cuando andes en esas diligencias.
- En principio debes internalizar, asimilar, deglutir bien la idea que este asesor es un co-autor, un fiel acompañante que tiene una cuota de responsabilidad en el cumplimiento de esta meta, pero que jamás es tu compañero de estudio o el segundo autor del trabajo. Él ya se graduó, tú todavía no, por lo tanto, es a ti a quien le corresponde “sufrir, investigar, llorar, correr, leer, buscar en internet y redactar”…entre otras cosas.
- Lo ideal para que esta dinámica sea provechosa es que tu tutor haya alcanzado uno o dos grados mayores al nivel de estudio que tú aspiras. Si optas al título de licenciado, busca un tutor con maestría o doctorado en tu área.
- Un buen asesor debe tener experiencia en la conducción de una investigación, así que trabaja con una persona que ya haya asesorado a otros estudiantes. Contacta a los autores y pide algunas referencias acerca de su estilo, su manera de ser, sus vivencias y los resultados obtenidos.
- Lee esas otras investigaciones que ya asesoró para conocer las temáticas que son de su dominio. Más aún si tiene investigaciones o artículos propios.
- Lo más idóneo es que el tutor que selecciones pertenezca a la universidad donde cursas estudios, porque lo más probable es que sea docente también y que conozca las particularidades para realizar investigaciones en tu universidad.
- Antes de decidir, concreten un encuentro sin compromisos, pregunta todas esas inquietudes que tengas sobre sus formas de asesorar, lugar de los encuentros, horarios y el pago. Esta cita es clave porque determinará si entre ustedes hay “química académica”.
- El día de esa cita, si ya tu tema esta escogido y claro, discútanlo, es durante esta actividad cuando intuirás si es la persona correcta o no.
- Ten en cuenta que muchos asesores piden un ensayo sobre el tema antes de concretar o decidir si gustan formar equipo contigo, así que prepara el tuyo para ese encuentro sin compromiso; será un elemento determinante tu buena redacción.
- Las asesorías vía on line son bastante fructíferas y se consideran cuando existe mucha distancia de por medio entre ambos; pregunta si este método de trabajo es factible para él.
- Los extremos nunca son buenos, si tu tutor es demasiado exigente o por el contrario tranquilo, créenos que no será de utilidad.
- En caso de ser positiva su respuesta, establezcan las vías de contacto que manejarán. Intercambien correos y números de teléfonos en la medida de lo posible.
- Si tu tutor de contenido, además es metodólogo considérate una persona con suerte, sí no es tu caso, debes precisar un metodólogo, para eso toma en cuenta los aspectos arriba descritos.
- Es importante que entre tutor y metodólogo también exista química, de lo contrario te debatirás entre dos aguas. Consulta con el tutor, qué metodólogo te recomienda o con quién generalmente trabaja él.
- Por último selecciona con tiempo a tu asesor, así podrás optar entre varias opciones y descartar. Sí realizas este procedimiento a última hora, corres el riesgo de quedarte con el que nadie toma.